Categorías
cambio climático flora y fauna calentamiento global Japón

La urgente realidad del calentamiento global

Getting your Trinity Audio player ready...
Difunde el amor

Según 50 destacados científicos, el calentamiento global provocado por el hombre ha seguido aumentando a un "ritmo sin precedentes" desde que se publicó hace dos años la última gran evaluación del sistema climático.

Global warming

El calentamiento global y el Acuerdo de París

El objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales está recogido en el Acuerdo de París, un esfuerzo mundial para combatir el cambio climático. Alcanzar este objetivo requiere reducciones significativas de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adopción generalizada de fuentes de energía renovables.

Aunque se han logrado avances en los últimos años, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha advertido de que el mundo no está actualmente en vías de mantenerse por debajo del objetivo de 1,5 grados. En su informe especial de 2018, el IPCC destacó la necesidad de cambios rápidos y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad para limitar el calentamiento global.

Calentamiento global en la última década

En la década más reciente, de 2013 a 2022, el calentamiento provocado por el hombre superó los niveles preindustriales en 1,14 °C de media. Esto se debió en gran medida a la quema de combustibles fósiles. Entre 2010 y 2019, el calentamiento de origen humano fue de 1,07 °C. En la actualidad, el calentamiento de origen humano aumenta a un ritmo de más de 0,2 °C cada diez años (por lo que en 2032 habremos provocado un calentamiento medio de 1,34 °C por encima de los niveles preindustriales). 

El análisis también concluyó que las emisiones de gases de efecto invernadero se encontraban "en un máximo histórico", y que la actividad humana había provocado la emisión a la atmósfera del equivalente a 54 (+/-5,3) gigatoneladas (o miles de millones de toneladas métricas) de dióxido de carbono al año de media en los últimos diez años (2012-2021). Los científicos argumentan que los responsables políticos, los negociadores del clima y las organizaciones de la sociedad civil necesitan tener acceso a pruebas científicas actualizadas y sólidas para tomar decisiones debido a la velocidad a la que está cambiando el sistema climático mundial.

En un artículo publicado en la revista Earth System Science Data, los investigadores explican cómo han cambiado los indicadores clave desde que se publicó el informe del Grupo de Trabajo 1 de la Sexta Evaluación del IPCC en 2021. Este informe produjo los datos clave que se incluyeron en el Sexto Informe de Síntesis del IPCC.

Nuestro presupuesto de carbono restante

Aunque se ha abandonado la quema de carbón, paradójicamente se ha producido un aumento del calentamiento global, ya que la combustión de carbón hace que la atmósfera se llene de partículas relativamente grandes que reflejan la luz solar y, por tanto, tienen un efecto refrigerante.

El ritmo de disminución del presupuesto de carbono restante -una estimación de la cantidad de carbono que puede liberarse a la atmósfera para tener una probabilidad 50% de mantener el aumento de la temperatura global dentro de 1,5 °C- es una de las principales conclusiones del análisis.

El IPCC estimó que en 2020 aún habría aproximadamente 500 gigatoneladas de dióxido de carbono en el presupuesto de carbono. A principios de 2023, debido a la aceleración del calentamiento, esta cifra se ha reducido a la mitad, con un presupuesto de carbono restante en 2023 de unas 250 gigatoneladas de dióxido de carbono.

Tanto las estimaciones actualizadas del calentamiento provocado por el hombre como las emisiones continuadas desde 2020 son responsables de la reducción del presupuesto de carbono restante estimado.

Repercusiones del calentamiento global en distintos países

Aunque las repercusiones concretas del cambio climático pueden variar en función de la situación geográfica, los factores socioeconómicos y la capacidad de adaptación de cada país, algunos ejemplos notables demuestran que el cambio climático y el calentamiento global tendrán (y en algunos casos ya han tenido) consecuencias devastadoras:

  1. Corea del Sur: El cambio climático podría aumentar las olas de calor, reducir la disponibilidad de agua y amenazar la agricultura. La subida del nivel del mar también podría suponer riesgos para las regiones costeras, incluidas grandes ciudades como Seúl.
    • Corea del Sur tuvo el año pasado algunos de los las inundaciones más mortíferas en años en la capital, Seúl, lo que, según los científicos, ocurrirá con más frecuencia.
  2. Turquía: El país podría sufrir sequías, olas de calor e incendios forestales más frecuentes y graves, lo que afectaría a la agricultura, los recursos hídricos y la salud pública. Las zonas costeras, incluida Estambul, podrían verse amenazadas por la subida del nivel del mar y el aumento de las mareas de tempestad.
  3. Japón: El aumento de las temperaturas podría exacerbar las olas de calor y provocar muertes relacionadas con el calor. El aumento de las precipitaciones y de los tifones podría provocar inundaciones y corrimientos de tierra. El aumento del nivel del mar podría amenazar las zonas costeras, incluida Tokio.
    • El envejecimiento de la población japonesa plantea un reto único ante el cambio climático. Las personas mayores suelen ser más vulnerables a las olas de calor y a los fenómenos meteorológicos extremos. El envejecimiento demográfico podría sobrecargar los sistemas sanitarios y las capacidades de respuesta ante emergencias, aumentando potencialmente el riesgo de víctimas y problemas de salud durante las crisis relacionadas con el clima. En envejecimiento de la población sin embargo, puede ser bueno en la lucha contra el cambio climático.
  4. Estados Unidos: Estados Unidos es un país grande y diverso, por lo que las repercusiones varían según las regiones. Sin embargo, algunas consecuencias potenciales incluyen huracanes más frecuentes e intensos a lo largo de las costas del Golfo y del Atlántico, mayores riesgos de incendios forestales en los estados occidentales, escasez de agua en las regiones áridas y amenazas a la productividad agrícola.
    • Estados Unidos presenta importantes disparidades socioeconómicas, y las comunidades marginadas suelen estar más expuestas y ser más vulnerables a los riesgos climáticos. Estas comunidades pueden disponer de recursos e infraestructuras limitados para hacer frente a las catástrofes relacionadas con el clima y recuperarse de ellas, lo que agrava el sufrimiento y la desigualdad.
  5. Alemania: Las olas de calor y los fenómenos meteorológicos extremos podrían ser más frecuentes, lo que afectaría a la agricultura, los recursos hídricos y la salud humana. Podrían intensificarse las inundaciones a lo largo de ríos como el Rin y el Elba, con los consiguientes riesgos para las infraestructuras y la economía.
    • La crecida del río Rin ya ha tenido graves consecuencias debido a la densa población y a las extensas infraestructuras situadas a lo largo de sus orillas. Las inundaciones de julio de 2021 ya dejaron un rastro de destrucción en AlemaniaEl Países Bajos, Bélgica y Austria.
  6. Francia: Francia podría sufrir olas de calor, sequías y una reducción de la productividad agrícola, sobre todo en las regiones meridionales. Las zonas costeras, incluidas ciudades como Marsella, podrían enfrentarse a mayores riesgos por la subida del nivel del mar y las mareas de tempestad.
    • La dependencia de Francia de la energía nuclear para la generación de electricidad plantea un reto único en el contexto del cambio climático. El aumento de las temperaturas y las olas de calor pueden reducir la eficacia de la refrigeración en las centrales nucleares, lo que podría afectar a su seguridad y capacidad operativa. En los últimos años ya parece haber sido así.
  7. China: El cambio climático podría provocar escasez de agua, sobre todo en las regiones septentrionales, lo que afectaría a la agricultura y a los asentamientos humanos. El aumento del riesgo de inundaciones a lo largo de los principales ríos, como el Yangtsé, podría amenazar las infraestructuras y las zonas densamente pobladas.
    • La contaminación atmosférica es ya un problema importante en China, y el cambio climático puede agravarlo. El aumento de las temperaturas y la mayor demanda de energía para refrigeración podrían elevar los niveles de contaminación atmosférica, lo que puede tener repercusiones negativas para la salud, sobre todo en las zonas urbanas densamente pobladas.
  8. Italia: El sur de Italia podría sufrir sequías y olas de calor con mayor frecuencia, lo que afectaría a la agricultura y el turismo. La subida del nivel del mar podría afectar a ciudades costeras como Venecia y Nápoles, aumentando el riesgo de inundaciones.
    • Italia depende en gran medida del turismo, y el cambio climático podría perturbar este sector. El aumento de las temperaturas, las olas de calor y los cambios en los patrones climáticos pueden afectar al atractivo de determinados destinos, a los sitios del patrimonio natural (por ejemplo, la vulnerabilidad de Venecia a las inundaciones) y alterar los patrones estacionales del turismo. Las inundaciones ya tienen un efecto devastador.
  9. España: El cambio climático podría intensificar las olas de calor, lo que provocaría un aumento de la demanda de agua y riesgos para la agricultura.
    • Las zonas costeras, incluidas Barcelona y Valencia, podrían enfrentarse a mayores riesgos de inundación debido a la subida del nivel del mar y a las mareas de tempestad.
  10. Rusia: Los efectos del cambio climático en Rusia podrían incluir el deshielo del permafrost, lo que podría provocar daños en las infraestructuras, cambios en los ecosistemas y un mayor riesgo de incendios forestales. Los cambios en los regímenes de precipitaciones también podrían afectar a la agricultura y a la disponibilidad de agua.
    • El vasto territorio de Rusia incluye la región ártica, que está experimentando un calentamiento acelerado y el deshielo del permafrost. Estos cambios suponen riesgos para las infraestructuras, incluidos los oleoductos y gasoductos y los edificios, lo que puede provocar interrupciones en el suministro de energía y en las redes de transporte. En Yakutia, los científicos ya están descubriendo aumento de las emisiones de CO2 debido al deshielo del permafrost.
  11. Inglaterra: Unas precipitaciones más frecuentes e intensas podrían aumentar el riesgo de inundaciones, sobre todo en las zonas costeras y las cuencas fluviales. La subida del nivel del mar podría amenazar regiones bajas como East Anglia y el estuario del Támesis.
    • El aumento del nivel del mar puede contribuir a la erosión costera, amenazando las infraestructuras, las comunidades costeras y los ecosistemas. Lugares emblemáticos como los Acantilados Blancos de Dover podrían estar en peligro.
  12. Polonia: El cambio climático podría reducir la disponibilidad de agua, sobre todo en las regiones meridionales, lo que afectaría a la agricultura y la producción de energía. Las olas de calor y los fenómenos meteorológicos extremos también podrían afectar a la salud humana y a las infraestructuras.
    • Las olas de calor pueden ser cada vez más frecuentes e intensas, lo que supone riesgos para la salud pública, especialmente para las personas mayores y las poblaciones vulnerables. Las enfermedades relacionadas con el calor y el aumento de la demanda de energía para refrigeración pueden poner a prueba los sistemas sanitarios y las infraestructuras energéticas.

Cómo afrontar el calentamiento global

Hacer frente a los efectos del calentamiento global requiere una combinación de estrategias a varios niveles, incluyendo esfuerzos individuales, comunitarios, nacionales y globales. He aquí algunos enfoques clave para hacer frente al cambio climático:

  • Mitigación:
    • Transición a fuentes de energía renovables: Abandonar los combustibles fósiles y aumentar la proporción de energías renovables en la combinación energética puede reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
    • Eficiencia energética: La aplicación de tecnologías y prácticas energéticamente eficientes puede reducir el consumo de energía y disminuir las emisiones.
    • Transporte sostenible: Fomentar el transporte público, los vehículos eléctricos y los modos de transporte activos, como la bicicleta y los desplazamientos a pie, puede ayudar a reducir las emisiones de carbono del sector del transporte.
    • Uso del suelo y conservación de los bosques: La protección y restauración de los bosques, la aplicación de prácticas agrícolas sostenibles y la conservación de los ecosistemas naturales pueden contribuir al secuestro de carbono y a la conservación de la biodiversidad.
  • Adaptación:
    • Aumentar la resistencia de las infraestructuras: Diseñar y mejorar las infraestructuras para que resistan los riesgos relacionados con el clima, como inundaciones, tormentas y olas de calor.
    • Gestión del agua: Desarrollo de medidas de conservación del agua, mejora de la eficiencia en el uso del agua y aplicación de estrategias para hacer frente a la escasez de agua.
    • Códigos y normas de construcción: Incorporar medidas de resiliencia climática en los códigos y normas de construcción para garantizar que las infraestructuras puedan resistir los impactos climáticos.
    • Agricultura climáticamente inteligente: Promover prácticas agrícolas climáticamente inteligentes, diversificar los cultivos e invertir en variedades tolerantes a la sequía y resistentes a las inundaciones.
    • Sistemas de alerta temprana y preparación ante emergencias: Desarrollar sistemas sólidos de alerta temprana de fenómenos meteorológicos extremos y mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias para minimizar la pérdida de vidas y bienes.
  • Cooperación internacional:
    • Reforzar los acuerdos mundiales sobre el clima: Alentar a los países a cumplir sus compromisos en virtud de los acuerdos internacionales sobre el clima, como el Acuerdo de París, y mejorar la colaboración en la acción por el clima.
    • Transferencia de tecnología y desarrollo de capacidades: Apoyo a los países en desarrollo para que accedan a tecnologías respetuosas con el clima, creen capacidades locales y apliquen medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.
    • Apoyo financiero: Movilización de recursos financieros para apoyar los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático, especialmente en los países en desarrollo que pueden tener recursos limitados.
  • Educación y sensibilización:
    • Sensibilización: Aumentar la comprensión pública del cambio climático, sus repercusiones y la importancia de la acción individual y colectiva.
    • Educación e investigación: Fomento de la educación sobre el cambio climático a todos los niveles y apoyo a la investigación para desarrollar soluciones y tecnologías innovadoras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESSpanish